domingo, 12 de febrero de 2012

PRESENCIAS, AUSENCIAS Y SOMBRAS








La otra noche, de camino a casa, noté una presencia. Era la sombra de tu sombra que perseguía a la mía.

Y tu sombra se quedó con las ganas. Hace poco más de 15 días que mi sombra decidió ignorarte.

sábado, 7 de enero de 2012

TU OTRA VIDA - PART I


En otra vida jugábamos juntos a la hora del recreo y competíamos para ver quien era capaz de guardar en la boca más cantidad de agua para luego escupirla a modo de fuente haciéndola llegar lo más lejos posible. No importaba el tiempo, el más grande de los problemas era cuando el balón se colaba en el balcón de alguna anciana gruñona del barrio y teníamos que suplicar para recuperarla y seguir jugando unas mil horas más. Estrenar libretas, gomas, lápices, mochilas y compartir los plastidecors para aprender a dibujar árboles, casitas y soles con ojos redonditos, soles risueños de color amarillo y naranja en los bordes, casitas de techo rojo, ventanas azules y puertas marrones. Aprender a dibujar árboles verdes con manzanas rojas que cuelgan de sus ramas.

Pero sobretodo aprendimos a dibujar el camino de arena amarilla que va del extremo inferior del papel hasta la puerta de la casita, para que siempre podamos encontrar el camino facilmente :).

Las viejas ventanas de madera verde de la casa abandonada nos vigilaban y cuidaban de nosotros. Por eso me gusta tanto el color verde. ¡Ahora ya lo sé!

***** Dedicado al niño que llevas dentro, con el que jugué en mi otra vida.*****

* Espero que os guste esta mini historia. Es la primera parte de otras cuantas que vendrán poco a poco, historia que escribo con mi gran amigo Juan Carlos :)

QUIZÁ NUESTRAS VIDAS PUEDAN MEJORAR




Me encantan los martes por la tarde. Libras y quedamos tras la verja de uno de los jardines del casco antiguo. Tú esperas y fumas, yo me apresuro en llegar. Toda la semana esperando ese momento. Entonces toca el campanario que marca la hora. Son las seis de la tarde y yo bajo la calle que hay justo a tu lado. Te giras al escuchar mis tacones que se apresuran y finjo no verte. Sigues mirando, te miro, sonreimos. Seguimos mirándonos al cruzar nuestras vidas en este punto de encuentro que fijamos ya no se cuánto hace, ni cómo... y pasando de largo esbozo un tímido gesto a modo de saludo. Tú haces lo mismo. Cambia el rumbo de mi mirada y tú quedas atrás observando cómo me alejo calle abajo. Otro martes igual, deseándote una vez más y alimentando nuestros corazones imaginando cómo debe ser hablarnos por primera vez. Quizá algún día nuestras vidas puedan mejorar.


**** Dedicado a todos aquellos que se atrevieron a hablarle a esa persona con la que tantas veces se cruzaron ****

viernes, 6 de enero de 2012

CREO EN LOS PRESAGIOS




“CREO EN LOS PRESAGIOS- dijo muy seria antes de sonreír con amplitud - ¿SABE LO
QUE LE DIGO? QUE VOY A DEJARLE QUE ME INVITE A LA ÚLTIMA RONDA” (Pag, 136 -¡QUIERO VIVIR! - Tabor Rawson)

Cuando el libro se abrió en sus manos por esa página se quedó imaginando qué escondía aquel sobre marrón y áspero. ¡Menudo sorpresa! Sonrió. Lo observó mientras pasaba la mano para sentir su tacto a antiguo. Enseguida pensó en cuánto tiempo habría pasado desde la última vez que alguien lo descubrió y quizá siguió el mismo ritual, dejándose llevar por la curiosidad que suscita semejante hallazgo. Se tomó el tiempo necesario para notar su tacto y mientras lo giraba para ver el frontal y su destinatario lo atraía hacia su cara para sentir su olor a viejo, a guardado.... a secreto.

Se sintió como Amelie, cuando tras hacer caer la pequeña baldosa encuentra su tesoro particular a ras de suelo. Así es como se sintió. Especial y afortunada. Se tomó su tiempo y durante varios minutos, o quizá segundos, se dedicó a fantasear imaginando qué podía contener aquel sobre, antiguo pero bien conservado aún, el que iba dirigido a: Srta. Pepita Puigdomènech, vecina de la calle Muntaner 78 de Barcelona, por lo visto denominada por aquel entonces como “Ciudad 11”... le pareció curioso.

Mirando el sobre a trasluz se perfiló la silueta de un papel bastante más pequeño de lo que esperaba... pero seguía teniendo el mismo encanto y la misma curiosidad que le arrancó desde que apareció por alguna casualidad, extraña casualidad, en su vida. “Quizá no es una carta” - pensó para si misma - “o quizá si...” “¿Qué más da?”

Entonces abrió el sobre, su solapa medio rota, levantó la solapa por el lado derecho y tuvo la sensación indescriptible al descubrir un papel que no medía más que una tarjeta de visita de las convencionales, ahí doblado por la mitad. Pudo adivinar que se trataba de algo breve, a modo de invitación.
Al desdoblar el papel esbozó una sonrisa y una de las primeras cosas que leyó en una vista rápida fue “Noviembre de 1961”. Cuánto habrá pasado desde entonces... y aquel papel casi intacto, sin síntomas ni rastro de maltrato o uso alguno, era el tesoro que escondía el libro de Pepita, quizá uno de los recuerdos de su juventud. Leyó alucinada el papel y su propuesta y sintió que su mente iba a mil por hora. Cuántas preguntas y cuántas ideas llegaron a circular por su mente en escasos minutos, quizá segundos.

¡Recuerde usted estos datos! - encabezaba la invitación. ¿Quien iba a olvidar algo así? Un día como ese ¿quien se iba a olvidar de ir al baile? Curiosa forma de celebrar el 1 de noviembre de aquel 1961. ¡¡¿¿Qué mejor que celebrarlo bailando entre los que aún quedan??!! Que gran idea tuvo “El club del Ritmo”, que bueno le pareció que alguien en aquellos tiempos, en aquel entonces, propusiera celebrar todos los santos “Alegre y en broma” ¡ TODOS A BAILAR AL ROMA!

Se preguntó qué haría Pepita Puigdomènech... si recibió esa invitación quizá sería algo habitual en su vida, en sus fines de semana de juventud. Es más, el sobre no lleva ningún tipo de matasellos de correos. Quizá le fue entregada en mano. Seguramente era algo habitual. en su vida.
¿Qué haría Pepita aquel 1 de noviembre a las 6 de la tarde? Pensó que le encantaría poder viajar en el tiempo y saberlo. Descubrir qué fue de Pepita aquella tarde de invierno, saber si de verdad fue una alegre tarde de broma, saber si quizá creyó en los presagios y se dejó invitar a la última ronda.

Curioso el hallazgo de la carta de Pepita en su vida. Curiosa la forma de aparecer y curioso el
rincón del libro donde se ocultaba este pequeño gran tesoro.


*************** Hace un tiempo adquirí ese libro en el Mercat de Sant Antoni de Barcelona. Es uno de esos libros que llaman la atención, de esos de segunda mano que alguien no quiso y que yo decidi recuperar del montón en el que se encontraba. Lo tenía en casa, pendiente de ojear y cuando decidí echar un vistazo me encontré con esto. Fue genial. Me encantan los libros viejos que esconden cositas :). Esto lo escribí el pasado Sant Jordi . Así estreno "Quiero lluvia contigo este 2012 :)) ****************